¿Qué es una buena gestión?
Una buena gestión implica abordar problemas y situaciones críticas de manera efectiva.
Muchas veces, las decisiones se toman de forma reactiva, como si se tratara de apagar incendios, lo que indica una falta de planificación. Aunque los resultados pueden parecer similares, es importante distinguir entre actuar a corto plazo y seguir un plan bien diseñado, aunque no se cumpla al 100%.