¿Qué dice el Salmo 25?

Salmo 25

Levantaré mi alma hacia ti, oh Señor.
Mi Dios, confío en ti; no permitas que me sienta avergonzado.
No dejes que mis adversarios se regocijen a mi costa.
Ciertamente, todos aquellos que esperan en ti no serán avergonzados;
serán avergonzados quienes se rebelan sin causa.
Muéstrame, oh Señor, tus caminos;
enséñame tus senderos.